Declaró Cristian Graf: qué dijo sobre el hallazgo del cuerpo de Diego Fernández Lima
Cristian Graf se presentó este viernes ante el Juzgado en lo Criminal y Correccional de Instrucción N.º 56 para prestar declaración indagatoria.
Cristian Graf, el hombre de 57 años en cuya casa fue hallado el cuerpo de su excompañero de colegio Diego Fernández, se presentó este viernes ante el Juzgado en lo Criminal de Instrucción N.º 56 para prestar declaración indagatoria. Por primera vez, tuvo que explicar su versión sobre uno de los casos más desconcertantes de los últimos tiempos: la aparición de un cuerpo enterrado en su propio jardín, cuatro décadas después de la desaparición del adolescente.
Graf llegó puntual a los tribunales de la calle Lavalle 1.638, acompañado por su esposa y evitando a la prensa. Durante tres horas y media declaró ante la Justicia, imputado por “encubrimiento agravado y ocultamiento de pruebas”, y se retiró con la misma actitud calma con la que había ingresado.
Según fuentes judiciales, el acusado mantuvo la misma línea defensiva que su equipo legal había adelantado en escritos previos: negó cualquier vinculación con el crimen y sostuvo que desconocía por completo que los restos de Fernández se encontraran en su propiedad. Aseguró además que el cuerpo podría haber estado enterrado en el terreno lindero y calificó como una “coincidencia inexplicable” que la víctima fuera su antiguo compañero de escuela. No obstante, los peritajes realizados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmaron que el entierro se produjo dentro de su terreno, a escasos metros de la pileta.
Diego Fernández tenía 16 años cuando desapareció el 26 de julio de 1984. “Me pidió plata para el colectivo, me dijo que iba a lo de un compañero y se fue comiendo una mandarina. Ahora encontraron esos huesitos”, relató su madre, Irma Lima. Durante más de cuatro décadas, la mujer mantuvo la esperanza de encontrarlo con vida. “Nunca cambié el teléfono fijo porque pensé que podía llamar”, contó.
El hallazgo de los restos ocurrió el 20 de mayo pasado, cuando obreros que trabajaban en una medianera descubrieron huesos humanos en una vivienda de la avenida Congreso al 3.700, en Coghlan. Allí funcionaba una casona en la que, años después, llegó a vivir Gustavo Cerati.
Por el tiempo transcurrido, la causa por homicidio está prescripta, ya que la ley argentina fija un máximo de 15 años para esos delitos. Por eso, Graf fue citado a declarar solo por encubrimiento, es decir, por su conducta tras el hallazgo del cuerpo.
El caso volvió a cobrar fuerza gracias al trabajo del EAAF y a la intervención del fiscal Martín López Perrando, que logró identificar los restos del joven y reabrir una investigación que durante años había permanecido en el olvido. La causa original, caratulada como “fuga de hogar”, había sido destruida en 2003.
El hermano de la víctima, Javier Fernández, quien actúa como querellante, exigió que se avance en la búsqueda de responsabilidades: “Que la Justicia actúe. En esa familia está el asesino, en esa familia están los cómplices. Diego estaba enterrado en su casa; no puede quedar así”, reclamó con indignación.